¿Tiene sustento el reclamo de Surco sobre los terrenos de Villa?

Según el Alcalde de Surco
Solo afecta a vecinos

La Ley 6644 con la que se creó Santiago de Surco considera como parte de su demarcación territorial diez haciendas que existían en 1929. Una de estas haciendas era precisamente la Hacienda Villa, cuyo territorio se extiende hasta La Encantada, Brisas de Villa, Los Cedros de Villa, entre otros lotes y poblados.

Estas urbanizaciones no están aisladas al territorio de Santiago de Surco, como se pretende desinformar a la opinión pública. Son, más bien, la extensión natural de lo que era la Hacienda Villa y cuya proyección considera también urbanizaciones como Buenos Aires de Villa, donde la Municipalidad de Santiago de Surco viene prestando por años los servicios de mantenimiento de parques, ornato, limpieza pública y seguridad ciudadana.

Aquí surge una interrogante: ¿debemos dejar sin estos servicios a los vecinos que residen en estas zonas bajo el pretexto de que existe un problema de límites distritales? La respuesta desde Santiago de Surco es no. Dejarlos a su suerte desvirtúa la razón de ser de toda municipalidad.

Este problema de delimitación entre Santiago de Surco y Chorrillos se viene dando por más de treinta años. Por ello, el interés de nuestra comuna distrital es solucionarlo cuanto antes. No por un afán político, sino porque es necesario encontrar una solución que permita a ambos distritos, Santiago de Surco y Chorrillos, brindar –como es debido– los servicios básicos que todo municipio debe ofrecer a su comunidad.

A partir de entonces, no habrá forma de evadir responsabilidades y serán los propios vecinos quienes verán –al fin– sus pagos de arbitrios reflejados en óptimos servicios.

Será la Dirección Nacional Técnica de Demarcación Territorial de la Presidencia del Consejo de Ministros la que ponga fin a este problema de límites. En tanto se formalicen los límites entre Santiago de Surco y Chorrillos, nuestra comuna brindará los servicios necesarios para que los vecinos, los únicos afectados, no se sientan nunca desprotegidos y abandonados.

__________________________________________________

Según el Alcalde de Chorrillos
Un absurdo jurídico

Chorrillos se creó como distrito el 2 de enero de 1857, por ley del entonces presidente Ramón Castilla. Su territorio se ha consolidado en el tiempo. La urbanización La Campiña es el límite con el distrito de Santiago de Surco, límite que ha sido respetado por los anteriores alcaldes.

Si seguimos el criterio equivocado del actual alcalde de Santiago de Surco –de pretender anexar a sus dominios cuatro urbanizaciones que están a más de 6 kilómetros y medio de su territorio–, entonces también los vecinos de Villa El Salvador o de San Juan de Lurigancho pueden solicitar a Santiago de Surco que quieren pertenecer a ese distrito.

De ser así, ¿el alcalde Roberto Gómez Baca tendría que acogerlos?
A esta pregunta formulada por Beto Ortiz en su programa matutino, el alcalde de Santiago de Surco no tuvo respuesta. Es decir, su pedido no tiene lógica desde ningún punto de vista.

Los vecinos de La Encantada, Brisas de Villa y Country de Villa faltan a la verdad cuando manifiestan que no son atendidos, pues de no existir las áreas verdes que tienen, las pistas, el servicio de recojo de basura y demás, estarían en un caos. Quien visite este hermoso lugar comprobará que se miente, porque Santiago de Surco no hizo crecer las áreas verdes ni construyó las pistas de un día para otro.

Si los servicios que presta la municipalidad no son eficientes, existen los mecanismos que franquea la ley para proceder a su reclamo, y el poder lo tienen los vecinos que –mediante consulta popular– pueden revocar a sus autoridades por ineficientes, pero no pueden pretender decir que “porque no recibo este servicio, mejor me paso a otro distrito”.
Esta pretensión no tiene ningún sustento administrativo ni legal, según el especialista municipal el abogado Julio Cesar Castiglioni.

Lo cierto es que la creación de una isla o enclave territorial es descabellado, pues no está permitido en nuestro orden jurídico nacional.

La aventura del alcalde de Santiago de Surco, Roberto Gómez Baca, no tiene ningún sustento bajo ningún punto de vista. Más bien, lejos de dar un ejemplo de sensatez como autoridad, se ha dedicado a invadir un territorio que no le pertenece, retando al orden jurídico y desconociendo la ley que impera en una sociedad.