Alcaldes coinciden en que faltan agentes e inteligencia policial

Roxabel Ramon (ElComercio)

Unas 30 bandas de ‘marcas’ y sicarios acechan Lima, según la PNP. Cada una de estas organizaciones criminales recluta una decena de los más sanguinarios delincuentes, de esos que no tienen reparos en disparar contra niños a fin de llevarse el botín.
El fenómeno se ha extendido en el último lustro a un ritmo contra el que no han podido combatir nuestros policías. No por falta de talento, sino por falta de logística, por erradas decisiones administrativas –por ejemplo esa que envió a detectives especializados a vigilar el tránsito– y por salarios que desmotivan a cualquiera.
Lo que también desmoraliza a nuestros policías es un sistema judicial blando, que suelta rápido a quienes fueron capturados con tanto esfuerzo o, si no, les otorga penas irrisorias; y un sistema carcelario que, lejos de rehabilitar, permite coordinar atracos desde los penales.



MUNICIPALIZACIÓN POLICIAL
“En Surco contratamos 350 policías al día porque el sereno no puede pedir documentos, no puede detener, no puede portar armas”, dice el alcalde de ese distrito, Roberto Gómez. Agrega que sus planes en seguridad apuntan a una mayor integración con la policía a fin de trabajar desde la inteligencia. Cree también que un cuerpo de élite de serenazgo debería realizar investigación y que el Gobierno debe generar gradualmente la municipalización de la policía.
“Falta una ordenanza metropolitana que exija el trabajo coordinado con la policía. Así nos evitaría firmar convenios cada vez que se renuevan las gestiones edilicias”, opina Gómez.